jueves, 9 de octubre de 2008

A la nena de la cabellera como el fuego

La vi… no lo sé

Sentí debilidad y prepotencia ante su pragmática belleza

Como si el suicidio estuviese en la cornisa de mi vida… Yo no sé

Mi sangre se cayó al suelo, al unísono observé caer tus lágrimas mientras yo sonreia percibiendo las lágrimas en tu seco rostro

Por tu dolor menor que el que a mí merece… por eso decía que toda tu belleza excepto tu era lo que me agradaba o continua en el camino… Yo no sé

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