Sin pensamiento

Cuando el amor es muerte
La muerte es amor
Entre tu pragmática grandeza
y mi constante discordia
Dentro de mi habitación estuviste
Al menos creí que eras tú

Sin cre-acción
Sin letras
Solo vacío
Y pasajera alegría
En medio de este desfile
Alucinógeno ocurrido entre alcohol y deseo,
Porque los temas ya no existen, porque las letras se escapan
Buscar alguna razón
Para las letras es posiblemente-imposible frente al papel la pluma y… lo otro. El camino de la dirección opuesta, del miedo al amor y a la muerte
Miedo a ti, que te escondiste en el desfile para ocultarte de mi
A las personas
A Cortazar, que hace ver cosas en todos lados
Al Sr. del piano
A ese sonido tonal que aún no hallo para mi vida
A la literatura
A la divina secta del arte
Miedo al llanto
A ser débil
A la soledad
A la timidez
A ser noble, y otras cuya enumeración serian interminables como las cadenas de Rafael
Solo quedaré suspendido en la nada para esperar mi desintegración final y eterna

Alucinógeno… tal vez desfile

La señorita invisible
No era una persona era algo invisible
Escuchó cuando fito vocifero locamente
Que estuvo al lado del camino mientras el mundo
Se caía a pedazos
Observó a la señorita invisible
Que solo se hacia invisible cuando la quiso a su lado

Ando, ando y ando
Sus ojos sangraron
Uno de ellos era de cristal y pertenecía a Manson
El otro se cree, no existió
Esos ojos inundaron la calle ese día

Continúo andando por el boulevard
Y alucinó cuando recordó a Dave Guilmour y Watters
Hablando de lo innecesario de la educación y ka religión
En ese momento se tropezó con uno de esos artistas urbanos
Que reconoció su camiseta del corazón no permitido
Percibió la voz de cayayo diciéndole que murió infeliz
Porque las cosas no han cambiado de lugar.

Descubrió que era cierto
Debido a que la vida maldita de Ramón Sucre
Es el reflejo de lo cotidiano.

Se adentró al lugar dionisiaco de costumbre
Mágico y maldito
Su nombre es de cinco letras y su apellido es de brasil
Estaba junto a los amigos de la diosa del trono
Intento realizar la aparición de la señorita invisible
Pero fue poco posible
Se fue del templo solo para perseguirla
Creyó que estaba allí
Pero la respuesta fue su negación
Y aún sigue desaparecida,
Desaparecida, desaparecida
Aunque no invisible
Tal vez se perdió en el desfile